
El gobierno chino está evaluando la posibilidad de permitir el juego legalizado en una isla del tamaño de Suiza, en lo que podría ser un movimiento estratégico para impulsar el turismo y la economía de la región. Actualmente, Macao es el único territorio chino donde los casinos son legales, pero esta nueva iniciativa podría diversificar el mercado del juego en el país.
Si se aprueba la medida, la isla podría convertirse en un nuevo destino para los jugadores, atrayendo tanto a turistas nacionales como internacionales. Sin embargo, la propuesta también enfrenta desafíos, como la regulación del sector, el control de los posibles efectos negativos del juego y la competencia con otros mercados asiáticos, como Singapur y Filipinas.
China ha mantenido históricamente una postura estricta contra las apuestas en la mayor parte del país, por lo que esta propuesta marca un posible cambio en su política. Aún queda por ver si la idea se materializará y cómo impactará en la industria del juego en Asia.